Había una vez, en un país recontra lejano, un príncipe perdido que buscaba a una chica bastante distinta. Un día la encontró. Se casaron. Vivieron felices y se compraron una tortuga.
FIN
ojalá todo fuera así de fácil.
No quiero irme a perder en la inmensidad de mi cama con mi botellita de agua. Porque voy a pensar en lo tonta y felíz que he sido al "estar" así.
Estoy destinada a ser cupido, cupido nunca se enamoró.
Puedo ayudar... Problemas de amor, comuniquese al: 0800-444-CUPIDO
Sí, si que me hacía felíz.
Lourdes Juárez -Casi Cupido-
jueves, 5 de febrero de 2009
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