Lo conocí un día de lluvia, con mis pelos parados y mi cara mojada.
Él pasó por mi lado y me enamoré.
Era de esos chicos felices y rodeados de amigos y yo... andaba sola.
De esos que son hiperactivos y yo que me conformo con leer un libro.
Creo que nunca habría tenido oportunidad con él si lo hubiera intentado por mi cuenta.
Somos muy distintos y eso se nota.
Él con sus amigos se sentaron en la plaza y yo quería seguir viendolo entonces también me senté.
Lo más gracioso y que notaron es que observaba cada movimiento (¡trataba de disimularlo pero no podía!).
Y era obvio a quien miraba.
Creo que debería averiguar quien es y ver que pasa.
Aunque es más que posible que alguna de las rubias se haya aprovechado de él...
jueves, 26 de febrero de 2009
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