Así como tan arrugadita y tan chiquita pero tan grande y bonita.
Y él asi como tan lindo y bien puesto y apuesto y felíz.
Nos saludamos tranquilamente, con una sonrisa de frente y una mirada.
Esa mirada que duró tanto tiempo en el mundo del corazón y tan poco en el mundo real, tristemente tengo que agregar que yo se que el piensa en otras cosas e indudablemente yo tambien. Pero va a ser imposible olvidarme esa boca, esa nariz, esos ojos y esa expresión suya tan común de sí pero tan particular en mi.
Sería imposible que a esta altura trate de enamorarlo, nunca fui su tipo. Tal vez en otro momento o en otra vida pueda ser posible.
Mientras tanto pienso recordar eternamente esa cosita de no se qué, que tiene él.
...
Aunque poniendome a pensar, ¿Porque nos perdemos en la inmensidad con cada mirada en cada lugar?
domingo, 1 de marzo de 2009
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